jueves, 6 de diciembre de 2012

ALBÓNDIGAS DE LA BISABUELA ESPERANZA


La masa se hace con:

Carne picada 1,5 kg (25 a 30 albóndigas) más o menos, mitad y mitad de ternera y cerdo, con un cuarto de panceta magrosa ( o beicon ahumado, también tiene que estar bueno), para que salgan más suaves.


15 puñaditos de sal, espolvoreamos pimienta, 1 tomatito triturado, 4 cucharadas de pan rallado, 2 huevos batidos, perejil machacado y chorrito de leche. Se amasa bien y se deja reposar unas horas el adobo.
Se montan las bolitas con una cuchara sopera, preformando con las manos y echando la bola, para acabar de formarla, en harina dentro de una taza de café con leche. Se acaba de formar y se deja en la fuente.

Se rehogan en aceite 6-8 dientes de ajo y se pasan a la olla. Se sofríen las albóndigas para dorarlas por fuera y se van echando a la olla, con un chorro luego de su aceite, dos cucharadas de tomate frito, 1 vaso de vino y otro de agua. 30 minutos en la olla exprés, fuego bajo y removiendo para que no se peguen.
Al abrirla se le vierten por encima unas patatitas fritas a dados o se sirven con corte francés.
Un Baigorri o un Izadi Crianza y pan de barra del bueno pal caldo.

BOQUERONES EN VINAGRE, ALIÑADOS

Cuando los boquerones son grandecitos es mejor, pues sino se desperdicia mucho y se tarda más.
Compramos un kg de boquerón, y necesitaremos vinagre de vino blanco un par de dientes de ajo, perejil y aceite virgen.


Limpiemos el boquerón: primero cortamos la cabeza desde el pescuezo con una tijera. Cuando estamos finalizando el corte se tira de la tripa (si se rompe le metemos la tijera y extraemos con maña). Una vez todos descabezados se abren por la mitad y quita la raspa. Para ello uno de los dedos avanza desde el la zona de la cabeza hacia la cola deslizando por la espina, de manera que la carne se separe de ésta limpiamente. Es el momento de lavar el resto de tripa adherido a la carne y escurrir en un escurridor. Una vez escurridos se van colocando encima de papel de cocina (sobre un plato llano 2 papeles y una capa de boquerones abiertos, 2 papeles encima y así sucesivamente..) para que se sequen bien antes de congelar (evita que la humedad los rompa luego). Esta operación lleva 1 hora.

Congelación: Los colocamos en una fiambrera, separando capas de boquerón por nuevos papeles de cocina. Introducimos en congelador para eliminar el peligroso anisakis. Mantenemos 48 horas al menos. El día previo a su preparación los sacamos al frigorífico para que se vayan descongelando lentamente.

Preparación: Una vez descongelados los sacamos a un plato. En la misma fiambrera que hemos usado vamos colocando una lámina de vinagre, sumergimos una capa de boquerón individual que quede sumergida. Le echamos abundante sal por encima (cogen solamente la precisa). Más vinagre, una nueva capa de boquerón, sal… Y así sucesivamente tenemos la fiambrera llena y todos cubiertos en vinagre. Metemos la fiambrera cerrada al frigo (por la noche, por ejemplo, mejor) y tras 12 horas de estancia, pues el mayor tiempo eleva la acidez, se sacan para el aliño.

Aliño: Los sacamos del vinagre volcando la fiambrera sobre un plato y desechando todo el vinagre. En la misma fiambrera ahora la secuencia es: una capa de aceite, una capa individual de boquerón que quede sumergida en el aceite, medio ajito picado y esparcido y 4 hojas de perejil por encima de los boquerones. De nuevo aceite para que entre la nueva capa de boquerón con su aliño. Al acabar cerramos fiambrera y al frigo.

Se pueden consumir a las dos horas del aliño. El aceite se solidifica un poco con el tiempo, de forma que se debe eliminar un poco con un tenedor antes de meter en bocata o servir en tapa. Se tienen durante toda la semana ( si llegan a terminarla) y son la alegría de los amigos encima de las ensaladillas o dentro de los bocatas nocturnos. Encima de un pincho de tortilla “son la  leche”.